En los últimos años, los estudiosos han propuesto cada vez más que el cristianismo primitivo no estaba unificado, sino que era diverso. ¿Lo confirman los hechos históricos? ¿Hasta qué punto el cristianismo primitivo era diverso? Y si era diverso, ¿se extendía esa diversidad sólo al estilo personal y al énfasis teológico de un determinado escritor del Nuevo Testamento o es posible hablar de diversidad doctrinal en la Iglesia primitiva, hasta el punto de que en realidad existían múltiples cristianismos? ¿Lo que hoy consideramos cristianismo histórico y tradicional sólo surgió en los siglos II y siguientes como un conjunto de creencias impuestas por la jerarquía eclesiástica a todos los cristianos?

Tratamos este tema (la llamada «tesis Bauer-Ehrman») en nuestro libro The Heresy of Orthodoxy (La herejía de la ortodoxia). El siguiente esquema y cronología resume nuestras principales conclusiones en ese libro, en particular en el capítulo 2.

La ortodoxia primitiva como norma para las herejías posteriores

En resumen, aunque a finales del siglo I y principios del II surgieron diversos movimientos heréticos, el conjunto de creencias cristológicas fundamentales conocido como ortodoxia fue considerablemente anterior, más extendido y más prevalente de lo que sugieren los defensores de los múltiples cristianismos primitivos. Los defensores de la ortodoxia del siglo II no fueron innovadores, sino meros transmisores de la teología ortodoxa propugnada ya en el período neotestamentario. La siguiente cronología ayudará a resumir y aclarar la relación entre ortodoxia y herejía en el periodo patrístico.

Cronología

Año 33 d.C.: Jesús muere y resucita de entre los muertos.

Años 40-60 d.C.: Pablo escribe cartas a varias iglesias; la ortodoxia es generalizada y dominante; las iglesias se organizan en torno a un mensaje central; comienzan a surgir herejías no desarrolladas.

Años 60-90 d.C.: Se escriben los Evangelios y el resto del Nuevo Testamento, que continúan propagando la ortodoxia que los precedió; la ortodoxia sigue siendo generalizada y dominante; las herejías siguen sin desarrollarse.

Años 90-130 d.C.: Los escritores del Nuevo Testamento desaparecen de escena; surgen los Padres Apostólicos y continúan propagando la ortodoxia que les precedió; la ortodoxia sigue siendo dominante y dominada; las herejías comienzan a organizarse, pero permanecen relativamente poco desarrolladas.

Años 130-200 d.C.: Los Padres Apostólicos mueren; los escritores cristianos posteriores continúan propagando la ortodoxia que les precedió; la ortodoxia sigue siendo dominante y mayoritaria, pero se encuentran diversas formas de herejía; estas herejías, sin embargo, siguen siendo subsidiarias de la ortodoxia y se mantienen en gran medida abigarradas.

Años 200-300 d.C.: La ortodoxia se consolida en los credos, pero siguen apareciendo diversas formas de herejía; sin embargo, la ortodoxia sigue siendo dominante y mayoritaria.

Conclusión: No hubo cristianismos múltiples en los primeros siglos

La cronología muestra que la herejía surgió después de la ortodoxia y no tuvo el grado de influencia a finales del siglo I y principios del II que afirman los defensores de los cristianismos múltiples. Además, la ortodoxia establecida por los credos de los siglos III y IV está en continuidad directa con las enseñanzas de los escritores ortodoxos de los dos siglos anteriores. En esencia, cuando se comparan la ortodoxia y la herejía en términos de su génesis y cronología, es evidente que la ortodoxia no surgió de un pantano herético, sino que la herejía creció parasitariamente a partir de una ortodoxia ya establecida. Y aunque la Iglesia continuó estableciendo sus creencias doctrinales en una variedad de formulaciones de credos, el ADN de la ortodoxia permaneció esencialmente inalterado.